¿Los líderes nacen o se hacen? ‘El juego de Ender’
es el comienzo de una de las sagas más brillantes, profundas e inquisidoras dentro
de la literatura de finales del siglo XX. En una historia en donde el futuro de la humanidad dependerá
de un niño con un potencial inmenso hacia la estrategia y la destrucción pero de
una sensibilidad encomiable. En una
carrera desenfrenada contra el tiempo en la búsqueda de la salvación de la raza
humana ante una amenaza exógena y extraña.
A la hora de realizar
esta reseña debo admitir que la realizo con cierto sentimiento de culpa. En
primer lugar porque tengo una larga lista de libros sin reseñar y el segundo
porque justamente esta opinión que están leyendo surge luego de haber leído casi
toda la saga completa. Por lo tanto tratare de dejar de lado esa “totalidad”
para centrarme en esta novela puntual. Por consiguiente las disculpas del caso, por si algún concepto externo a esta obra se filtre
dentro de esta opinión.
"No hay más maestro que el enemigo (...) Sólo el enemigo te enseña tus puntos débiles. Sólo el enemigo te enseña tus puntos fuertes. Y las únicas reglas del juego son qué puedes hacerle y qué puedes impedir que te haga. A partir de ahora soy tu enemigo. A partir de ahora soy tu maestro."
Mazer Rackham
En tiempo de internet en donde la información es literalmente infinita, es igualmente fácil perderse como encontrarse con grandes sagas literarias. Pero dada la vorágine de datos no siempre es fácil destacar ante las miles de obras que rondan por el mundo virtual y las distintas bibliotecas. Muchas veces justamente es el cine o la televisión las que acercan a un público masivo a estos trabajos, como sucedió con películas como la saga ‘El señor de los anillos’ o programas de televisión como ‘Juegos de tronos’. Pues a este libro le sucedió exactamente esto mismo, luego de una superproducción hollywoodense muchas personas quisieron leer el material original, personas en las cuales me incluyo llevándome una gratísima sorpresa. ¿Por qué sorpresa? En el cine luego de éxitos comerciales soberbios como lo fueron Crepúsculo como Harry Potter los estudios buscaron nuevos subtítulos para dichas sagas. Siendo justamente ‘Los juegos de Ender’ al menos para la pantalla grande un sustituto para el chico de la varita. Pero lejos de la simplicidad y la falta de innovación de la saga de Rowling; Orson Scott Card nos presenta una historia totalmente innovadora repleta de profundidad tanto espiritual como filosófica, con la simple casualidad que ambas sagas comienzan protagonizadas por un niño mesiánico, pero con ningún otro paralelismo entre sí.
‘El juego de Ender’ fue una novela escrita en 1985 por un joven escritor norteamericano de apenas 34 años de edad, llamado Orson Scott Card logrando que justamente su opera prima arrasara en los premios Hugo y Nebula de aquel año (los premios más prestigiosos dentro de la ciencia-ficción), entre otros variopintas distinciones. Algo muy poco común en un primer trabajo algo que sin lugar a dudas es un hecho notable. Siendo justamente este libro el más vendido dentro de la prolífera carrera del escritor.
La historia nos ubica en la Tierra en un futuro cercano el cual no se especifica el año. En donde la humanidad vive superpoblada y bajo la amenaza inminente de la destrucción por parte de una raza extraterrestre sin escrúpulos llamada Insectores. Para impedir esta aniquilación la única oportunidad de la raza humana es encontrar a un líder estratega capaz de enfrentarse a la insuperable inteligencia alienígena.
¡Ánimo! Los insectores pueden matarnos a todos antes de que se gradúen."Por eso motivo se crea la Escuela de Batalla en donde se recluta a los niños más brillantes del planeta buscando explotar su potencial, para lograr convertir a uno de ellos en un estratega superior a Alejandro Magno y Napoleón Bonaparte juntos, tarea realmente titánica y aparentemente imposible dado lo apremiante escases de tiempo para dicho proyecto. Para este propósito se realizan intensivo escrutinio a todos los niños con el fin de identificar las cualidades innatas que podrían dar lugar a ese individuo sin parangón en la historia. Un niño capaz de dirigir todos los ejércitos humanos de la Tierra buscando aniquilar la amenaza insectora. A su vez dada la sobrepoblación antemencionada el control de natalidad es estricta, permitiéndose solo como máximo dos hijos por pareja. Pero dada las grandes cualidades de los niños Wiggin a dicha familia se le permite un tercer hijo, Andrew Wiggin más conocido como Ender.
- Anderson a Graff
Siendo sus dos hermanos piezas fundamentales de la saga en completo no siendo esta novela la excepción. Pero a estos le faltaba algo para convertirse en ese salvador que tanto ansían los altos mandos militares, el mayor por ser demasiado sádico y violento, mientras que su hermana es rechazada por ser excesivamente sensible, por lo tanto es necesario la aparición de este “Tercero” llamado Ender, alguien capaz de recolectar lo mejor de los dos primeros pero sin adquirir ninguna de sus debilidades. Transformándose justamente Valentine en el único bálsamo emocional del atormentado niño genio.
En la película obviamente Ender no cuenta con seis años iniciales.
Cuando conozco a mi enemigo lo suficientemente bien como para derrotarle, le quiero. Y entonces, cuando le quiero, le destruyo."
Ender a su hermana Valentine
Ender comienza esta aventura con apenas seis años de edad, algo que juega en contra de la veracidad de la historia que se está contando, no porque los personajes no fuesen bien construidos, sino por la excesiva juventud de los mismos con respecto a sus acciones y pensamientos.
Dentro de la Escuela de Batalla Ender tendrá que superar una y otra vez
todo tipo de pruebas y dificultades, bajo todas las vicisitudes posibles. Aislado
de los demás, y bajo la manipulación extrema de los altos mandos del ejército Ender deberá aprender a hacerse respetar llevando sus capacidades físicas e
intelectuales al límite de la capacidad humana. Teniendo como único salvoconducto
fuera de la locura del entrenamiento ‘El juego del gigante’ un programa de computadora creada para explotar
aún más la evolución de los reclutas
bajo el inocuo bálsamo de la simulación y el entretenimiento inofensivo.
Orson Scott Card en
esta novela nos hace enamorarnos de su protagonista, sufrir sus vicisitudes y
festejar sus logros. Con una narrativa sencilla pero envolvente, siendo un
libro de rápida lectura. Llegando lo mejor de la novela en su tramo final en donde el trasfondo filosófico
y metafórico que imprime el escritor en todas sus obras posteriores salga a relucir.
Conclusión: 'El juego de Ender' es una novela protagonizada por un niño, pero de espíritu y mensaje totalmente adulto. Siendo el primer paso de una saga brillante, pero como obra individual totalmente disfrutable.
Lo mejor:
- Personajes fascinantes.
- El comienzo de una saga brillante.
- Una ágil lectura.
- La poco creible juventud de los protagonistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario