miércoles, 29 de agosto de 2012

El curioso caso de Anton Strout - Patrick Rothfuss

Aquellos de ustedes que han estado siguiendo mi blog por un tiempo saben acerca de mi relación de continuo antagonismo  con Anton Strout.





Él es el Moriarty a mi Holmes. A pesar de que podría estar exagerando un poco las cosas. Tal vez es más como el Magneto a mi ....



No, yo no creo que sea  Magneto, tampoco. Él puede ser .... Emma Frost. Él es el Emma Frost a mi Jean-Luc Picard.

Espera. No importa nada de eso. Esta analogía no está funcionando.

Baste decir que Anton y yo hemos tenido una rivalidad de larga data que trato de mantenerla  interesante tratando de mandarlo a matar de vez en cuando.




Ahora, luego de muchos años más en nuestra cómoda  relación , Anton me ha tirado una bola curva muy dificil.

Ya ves, a pesar de nuestra actual relación, Anton siempre ha sido una  buena ayudar con Worldbuilders , realizando  un  acto de caridad  el se lleva a cabo cada año para recaudar fondos para Heifer International. Con los años, Anton ha ayudado a difundir todo lo que tiene que ver con Worldbuilders, donando libros firmados a la causa, e incluso subastó una lectura y crítica  para  apoyar a esta organización benéfica.

Pero ahora  ha llevado las cosas a un nivel completamente nuevo.

Ustedes sabrán que  Anton publicará un nuevo libro él  que saldra en aproximadamente un mes. Se llama Alchemystic:





Ahora, cuando alguien tiene un nuevo libro, hay un montón de cosas que pueden hacer para promoverlo. Pueden obtener marcadores impresos para regalar en las convenciones. Se pueden comprar espacio publicitario en una revista. Pueden hacerlo premios o regalos en un blog.

Pero hace un  par de meses, Anton se acercó a mí con una especie diferente de  idea.

La conversación fue algo como esto:

Anton: Así que tengo un libro que saldrá a finales de septiembre ....

Yo: ¡Maldito seas, Strout. Te maldigo  a ti y a tu capacidad vil para cumplir con los plazos ....

Anton: Se trata de una nueva serie. Las crónicas Spellmason.

Yo: Sí. Mis espías ya me han informado. Uno de los personajes principales es una gárgola, ¿no?

Anton: Estaba pensando que por cada copia del libro que sea pre-ordenado. Me gustaría donar un dólar a Worldbuilders.

Me : ...

Anton: Hablé con la gente de relaciones publicas de Penguin, y han dicho que para los primeros 1500 libros, van a poner  un dólar, también.

Yo: ...

Anton: Así que ... por los primeros 1500 libros, vamos a donar 2 dólares por cada pre-orden.

Me : ...

Anton: ¿Sigues ahí?

Yo : ¿Estás hablando en serio?

Anton: Si. Estaba pensando en un montón de cosas diferentes que podía hacer para promover el libro, pero esto parecía una mejor manera de gastar el dinero. De esta manera, promocionaré a Alchemystic, al mismo tiempo que  el dinero  hacer algo bueno en la vida de la gente, a su vez.

Yo: ¿En serio?

Anton: Y sera como un  especie de adelanto agradable para recaudar fondos este año también, recordándole a la gente que Worldbuilders llega en un par de meses.

Yo: ...

No es muy  a menudo que yo quede atrapado sin algo que decir. Pero a veces ocurre.

***

Con toda seriedad, amigos. Esto es un acto  sin precedentes y generoso de parte de  Anton  ofreciéndose  a hacer este donativo. Al mismo tiempo que dice mucho acerca de Penguin también, los que están dispuestos a respaldar una  estrategia  como esta para hacer dinero.

No sólo para que Worldbuilders tenga la  posibilidad de ganar un poco de dinero con esto,  si no que si esto funciona, espero que otros autores podrían considerar hacer algo similar para promocionar sus libros en el futuro.

En mi opinión, sería genial si Anton vendiera  un montón de libros. mejor, una increíble cantidad de libros. Tanta cantidad de  libros que los editores  fueron sorprendidos por los número. Tanta cantidad de  libros que la gente se diera  cuenta de esto es una solución viable publicitaria.
En mi opinión, un donativo a Worldbuilders es mucho mejor que  gastar dinero en imanes de nevera o  espacios en  anuncios. Y, honestamente, me da vergüenza que Anton lo haya imaginado antes que yo.

Maldito seas, Strout.

Así que. Hoy llamé a la librería local y pedí mi copia de Alchemystic . Es algo bueno a imitar.

Te importa acompañarme?
28 de agosto 2012  http://blog.patrickrothfuss.com/


La traducción es propia y no es perfecta. Pero trasmite perfectamente el buen sentido de solidaridad de ambos escritores. Y si no tienes problemas con el ingles compra el  libro y ayuda a quien lo necesita al mismo tiempo que lees una buena hitoria. 

sábado, 25 de agosto de 2012

600 personalidades culturales argentinas piden pensiones para los escritores






Tres años después de que el consistorio de Buenos Aires aprobaran por ley una paga para los escritores porteños —72 la reciben en la actualidad—, los autores de todo el país abogan ahora por que ese reconocimiento se amplíe a creadores de todo el país. Los legisladores de Buenos Aires consideraron en 2009 que había que proteger a lo que denominaban "columna vertebral de la sociedad". En un país de grandes exponentes de la literatura universal como Jorge Luis Borges o Julio Cortázar, más de 600 personalidades de la cultura, incluidos literatos, intelectuales y actores promueven un texto legal que beneficie a miles de escritores, incluso a aquellos que no han logrado editar sus libros.


El escritor argentino Rodolfo Enrique Fogwill, fallecido en 2010. / CLAUDIO ÁLVAREZ
La ley de pensiones para escritores de Buenos Aires fue aprobada por la oposición contra el criterio del alcalde, Mauricio Macri, cuyo partido, el conservador Propuesta Republicana (PRO), votó en contra. Sin embargo, Macri no vetó la norma sino que la promulgó. En la actualidad esas pensiones alcanzan los 719 euros mensuales, el equivalente al salario mínimo de un empleado municipal. Los requisitos para recibir esta retribución son los siguientes: que el autor tenga más de 60 años, que no perciba otra pensión, que haya nacido o sea residente desde hace más de 15 años en Buenos Aires y que las editoriales hayan publicado al menos cinco de sus libros o cuente con una trayectoria literaria pública por lo menos durante 10 años. Entre los que la cobran figuran Alberto Laiseca, autor de las novelas El jardín de las máquinas parlantesy Las aventuras del profesor Eusebio Filigranati, y Álvaro Abós, que escribió Merece lo que sueñas y El simulacro.

En 2010, dos legisladores nacionales aliados del kirchnerismo, el senador Samuel Cabanchik y el diputado Carlos Heller, ya presentaron proyectos para nacionalizar las pensiones a escritores y ampliar los criterios sobre qué se considera un autor. Cabanchik planteó que deben beneficiarse los argentinos o extranjeros residentes desde hace al menos 20 años, que tengan más de 65 años, carezcan de otra pensión y hayan publicado cinco libros o cuenten con una trayectoria literaria de más de 20 años. La jubilación equivaldría a tres pensiones mínimas, es decir, 963 euros. Mientras que Heller y su colega Juan Carlos Junio promueven condiciones similares, aunque pretenden que la reciban los extranjeros que vivan en la capital argentina desde hace 15 años y solo aquellos que hayan contribuido a la Seguridad Social durante 15 años, en lugar de los 30 que corresponden a cualquier otro trabajador. Ambos han conseguido que más de 600 personalidades de la cultura apoyen su iniciativa.

Cabanchik considera que ninguno de los proyectos ha sido aprobado hasta ahora por "falta de motivación política de parte del Gobierno, y no porque se oponga" a la idea de las pensiones para escritores. Mientras que en la Unión Europea se debate el retraso de la edad de retiro, en Argentina la cobertura de la población mayor de 65 años con jubilación ha subido en los Gobiernos de los Kirchner desde el 75% en 2003 hasta el 95% actual. Tres de cada cuatro pensionistas cobran el haber mínimo y uno de cada seis ha iniciado juicios contra el Estado porque considera que cobra menos de lo que le corresponde.
Las críticas de Fogwill

Uno de los principales escritores argentinos de los últimos tiempos, Fogwill, fallecido en 2010, criticó en su momento la pensión especial para escritores porque consideraba que ningún autor era más importante que un albañil. "A Fogwill no se lo podía tomar muy en serio, decía cosas para provocar", opina el presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), Alejandro Vaccaro. "Sin duda que el carpintero también merece su pensión. Todos deberían vivir dignamente y después hay que discutir caso por caso cuánto se cobra", añade Vaccaro.

"No conozco que nadie se oponga a la pensión salvo los secretarios de Hacienda de todos los Gobiernos", opina el presidente de la SADE. "Los escritores llegan bastante desprotegidos a la vejez", expone Vaccaro. "Se lo maltrata mucho. Es el que gana menos en la cadena del libro, menos que el editor o el librero", agrega el jefe de la SADE, que concentra a unos 6.500 en toda Argentina. "El 98% vive de otra cosa y solo el 2% vende muchos libros. El 70% son poetas", explica. Algunos dan clases en la universidad o talleres literarios, son periodistas o trabajan en las editoriales.

"La pensión es un reconocimiento a la trayectoria, al esfuerzo", opina Cabanchik. "Es difícil en nuestro país sostener la producción cultural en todas sus manifestaciones, y la literatura es solo una de ellas. Es un trabajo marginal y además uno no es profeta en su tierra", añade el senador en una Argentina que no cesa de parir grandes escritores pero que en la actualidad no suelen figurar entre los más vendidos en sus típicas librerías.


La voz de un escritor

Vicente Battista (Buenos Aires, 1940), autor de los libros de cuentos Los muertos y El final de la calle, es uno de los impulsores de la ley nacional de pensiones para escritores. "Hay burocracia en el Congreso, se dejan estar, pero creo que en 2013 debería estar aprobada. Significaría un apoyo muy grande y sin una erogación enorme. No sé quién puede oponerse. Ahora todos se jubilan, incluidas las amas de casa. Oponerse sería tirarse un tiro por la culata", añade. El también autor de la novela Sucesos argentinosrecuerda que grandes escritores de su país vivieron la vejez en pobres condiciones. Cita a Antonio Di Benedetto (1922-1986), Luis Franco (1898-1988) y Bernardo Kordon (1915-2002). "Hoy en día los textos de esos autores ilustran los manuales de escuela", destaca. "Di Benedetto, cuando vuelve del exilio tras la última dictadura (1976-1983), le dan un trabajo en la Secretaría de Cultura, con el salario de un aprendiz de barrendero. Buscó jubilarse, pero tenía problemas con los aportes a la Seguridad Social. Un autor como Di Benedetto murió pobremente, en la cama del hospital Italiano", recuerda.
Otras experiencias

Algunas provincias argentinas como Santa Fe y Entre Ríos también cuentan con leyes, aunque restrictivas, sobre pensiones para escritores, según comenta uno de los autores de los proyectos para nacionalizarlas y ampliarlas, Juan Carlos Junio. Este diputado kirchnerista y director del Centro Cultura de la Cooperación también señala que ciertos países cuentan con retribuciones similares, como España, Francia, Canadá, México, Perú y algunos Estados de Brasil. "Pero nuestro proyecto de ley se adecua a nuestro proceso histórico". Se refiere Junio a los años de crisis económicas que impidieron que muchos argentinos contribuyeran a la Seguridad Social. "Con nuestra iniciativa, la profesión de escritor se reivindica y muchos más jóvenes se van a dedicar a escribir", argumenta.

sábado, 18 de agosto de 2012

El arte de leer ficciones


Una lejana tarde, hace más de cinco milenios, cierto inspirado antepasado nuestro tomó una invención burocrática —la escritura, empleada hasta entonces para contabilizar mercadería y ganado— y la utilizó para imaginar el mundo en palabras. La invención de historias, que hasta entonces había sido un arte oral, fue liberada así de los límites impuestos por el tiempo y el espacio, y nos permitió aquello que Quevedo llamó la “conversación con los difuntos”. 






Desde entonces, los lectores gozamos de esa generosidad que nos permite, a través de inspiradas mentiras, conocer (en parte, al menos) la verdad del mundo. Hoy se dictan cursos de ética a través de los dilemas propuestos porLos hermanos Karamazov y Madame Bovary, y los fisiólogos nos dicen que los caminos neuronales que nuestro cerebro forja para tomar decisiones morales se aprenden en la infancia leyendo Robinson Crusoe y los libros de Alicia. No sabemos qué pensaban los primeros lectores de sus novelas. Ni siquiera sabemos si consideraban novelas a epopeyas como la de Gilgamesh en la que invención y documento se confunden. En el siglo primero (antes o después de nuestra era) un cierto Caritón, autor de la que es considerada la primera novela europea, Quéreas y Calírroe, empieza dando su nombre y diciendo que contará “una verídica historia de amor que tuvo lugar en Siracusa”. Los lectores de Caritón quizás le creyeron, pero diecisiete siglos más tarde, un cierto letrado de Alcalá de Henares ya no pudo confiar en esa fe y trató de convencer a sus desocupados lectores con la supuesta reserva del autor, afirmando que su historia había ocurrido “en un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme”.


La tecnología del libro impreso permitió a la novela juegos tipográficos como los de Laurence Sterne, Machado de Assis o Julio Cortázar, que dejan, o pretenden dejar, una parte de la responsabilidad creativa al lector. Hoy, a pesar de los ya antiguos experimentos de Robert Coover y algunos otros, la tecnología electrónica no nos ha dado aún novelas que aprovechen plenamente sus mentadas posibilidades. Sin duda es cuestión de tiempo, pero, por el momento, la lectura electrónica ha vuelto al lector más impaciente, menos dispuesto a explorar dificultades, más confiado en la memoria de una máquina. Lo cierto es que, desde siempre, para incitar a los lectores a tomar parte en un juego literario en el que ellos pretenden creer en la mentira y la novela pretende decir la verdad, los autores han inventado un sinnúmero de ardides. Afirmar, por ejemplo, que el texto es un manuscrito perdido, la confesión de un testigo, o las memorias del protagonista; introducir personajes reales, eventos históricos, o mapas y documentos; mentir con la verdad: disfrazarse de ensayo crítico, de crónica verídica, o de informe policial. El proceso es interminable: cada vez que el escritor inventa una nueva trampa, el lector cae en ella, la reconoce y de inmediato exige otra. A esa sucesión de trampas y escapatorias le damos el nombre de literatura.





La novela aún no ha aprovechado todas las posibilidades tecnológicas. Es cuestión de tiempo. La electrónica ha vuelto más impaciente al lector

En tal campo minado ¿cómo saber qué es una novela? Bajo la apariencia de una obra teatral (La Celestina de Rojas), de una abultada correspondencia (Las relaciones peligrosas de Laclos), de un álbum de fotos comentado (Austerlitz de Sebald), de un poema (Eugene Onegin de Pushkin), el mundo ha sido contado y vuelto a contar para nosotros por los novelistas y, con inagotable apetito, los lectores seguimos pidiendo que nos lo cuenten. Somos fieles a las palabras de Juan, y sabemos que en el principio fue (y sigue siendo) el Verbo.

A mediados del siglo XVII en los jardines de la escuela cisterciana de Port-Royal, el adolescente Jean Racine leía la antigua novela griega de Heliodoro, Los amores de Teognis y Caricles, cuando su supervisor, indignado de que el muchacho se ocupase de cosas tan mundanas, le arrancó el libro de las manos y lo echó al fuego. Racine consiguió un segundo ejemplar que también fue descubierto y condenado. Entonces compró un tercer ejemplar, lo leyó hasta el final, y se lo entregó a su supervisor con estas palabras: “Podéis echarlo al fuego también. Ya he aprendido el texto de memoria”. El 29 de enero de 1854, por la tarde, Gustave Flaubert le escribe a su amante, Louise Colet, para contarle que está leyendo El Rey Lear de Shakespeare como si fuese una novela. “Estuve como aplastado durante dos días por una de las escenas, la primera del tercer acto. Este tipo me va a volver loco. Más que nunca, todos los otros me parecen niños a su lado”, confiesa Flaubert. El 25 de agosto de 1959, Adolfo Bioy Casares le cuenta a su amigo Jorge Luis Borges que está empezando a leer Guerra y paz. “Cuesta entrar”, le advierte Borges. “¿Es un novelista muy hábil? ¡Qué va a ser! Yo creo que lo mejor es leer todo lo que se refiere a la guerra”. Y agrega sarcásticamente: “Pero entonces te perdés el idilio…”.

Tres lectores ilustres, tres modos de leer el mundo. Hacer nuestro un texto querido, memorizándolo, para que forme parte de la biblioteca de nuestra memoria; dejarnos aplastar por una historia, para que se vuelva nuestra la emoción y la sabiduría que nos otorga; tener el coraje de decir que un libro nos gusta o no, aunque sea un clásico reconocido, modificándolo según nuestro criterio. Estos son los derechos, y tal vez las obligaciones, de todo lector de novelas.

Alberto Manguel (Buenos Aires, 1948) 

sábado, 11 de agosto de 2012

Reseña: El nombre del viento - Patrick Rothfuss



"La posada Roca de Guía era suya, y también era suyo el tercer silencio. Así debía ser, pues ese era el mayor de los tres silencios, y envolvía a los otros dos. Era profundo y ancho como el final del otoño. Era grande y pesado como una gran roca alisada por la erosión de las aguas de un río. Era un sonido paciente e impasible como el de las flores cortadas; el silencio de un hombre que espera la muerte."









No es novedad para nadie que Patrick Rothfuss es un tipo que me cae muy bien. Su auto biografía publicada aquí mismo en español.  ¿quien es Patrick Rothfuss? (Contado por él mismo) fue  todo un Hit por cierto. Sigo su blog y leo todas sus ocurrencias desde mucho antes de poder leer siquiera una hoja  de  alguno de sus libros. En realidad hasta la fecha tiene solo dos. El libro que les estoy presentando El nombre del viento  y   El Temor de un Hombre Sabio.  Pero con solo treinta y seis años  y su buena imaginación tendremos un excelente  escritor para rato. 
Centrándonos directamente  en el libro. La historia gira en torno de Kvothe su protagonista. Un personaje legendario, el héroe y el villano de miles de historias que corren entre la gente común y los clases privilegiadas por igual. Todos le dan por muerto, cuando en realidad vive con un nombre falso en una posada apartada y humilde, de la que es propietario. Nadie sabe ahora quién es. Hasta que una noche un viajero, llamado el Cronista, le reconoce y le suplica que le revele su historia, la verdadera, a lo que finalmente Kvothe accede. Pero habrá mucho que contar, le llevará tres días y tres noches relatar su historia. Mientras que las vidas mas longevas y apasionadas no llevan mas que un día de tiempo según el  citado cronista. Dándonos a entender lo importante de  la vida de este hombre.  Kvothe era el hijo del director de una compañía itinerante de artistas. Un niño prodigio muy alegre y servicial, amante del conocimiento y la música en grados iguales, algo nada común. Con una soltura envidiable para aprender cualquier cosa que se le enseñase.  Pero una fatídica noche  unas figuras siniestras atacan a su compañía por culpa de una simple canción  matándolos a todos. Cambiando la vida de Kvothe   para siempre. 




¨La mejor venganza es ser feliz¨




Cuando las expectativas son altas es un llamado claro a la decepción y en este caso, al comienzo al menos me lo confirmo.  Los primeros capítulos de El nombre del viento  realmente  no me gustaron. 
El misterio inicial que da el compás de la historia se hace esperar  demasiado y  vuelve demasiado lento la presentación de los personajes. Vuelvo a decir que es mas que probable que se debiera a que esperaba mas al haber visto la idolatría que despertaba en otros su obra. Comparándolo directamente  con  George R.R Martin. Cosa que ya les aviso que no tiene nada que ver un escritor con otro. Digamos que  Rothfuss es mas parecido como narrador a  Margaret Weis y Tracy Hickman (dragonlance). Aunque obviamente de una forma mas moderna. Que con la saga canción  de fuego y hielo de Martins
Pero volviendo a El nombre del viento. Luego de darme cuenta que nada tiene que ver con Juego de tronos. Ves lo grande que es este libro por si mismo.
Porque cuando nos metemos de lleno en la vida de Kvothe las cosas se tornar realmente interesante. Los personajes están bien perfilados y no caen en el estereotipo de la literatura fantástica contemporánea. Se nota la gran influencia de la vida del propio autor como estudiante y luego docente universitario. Porque la vida en la universidad es una  piedra fundamental en la novela. Aunque mas no sea dentro de un contexto de  un mundo fantástico. 
Los mujeres presentadas en la  historia son  personajes fuertes sin dejar de lado su  feminidad  en ningún momento. Kvothe a pesar de su inteligencia  comete errores y nos demuestra que a pesar de ser alguien "grande" es un humano como cualquiera de nosotros. Con defectos y virtudes.  Pero el mayor logro segun mi opinión  lo consiguió  con la música.  Un tema tan importante como la misma  "simpatía" (la magia del mundo ) dentro de la historia. Transformándola   en palabras de forma magistral. Soy un amante de las buenas canciones y  al leer ciertos capítulos la musica  me llego a través del papel como si notas y compases se tratasen. 


" Solo la verdad podría romperme. ¿Qué hay más duro que la verdad?" (Kvothe)




Pero no todo es perfecto En el nombre del viento. Los  Chandrian las criaturas que atacan a su familia al comienzo de la historia son muy similares a los viejos y queridos  Nazgûl  de Tolkien. Con la diferencia que  en ves de nueve son siete. Pero la referencia no se le va a pasar a nadie por alto al leer el libro. Otra cosa que no me resulto novedosa es la "simpatía". Quizás para muchos le resulte una genialidad la forma "realista" de su funcionamiento. Pero cualquiera que conozca el manga y anime Full metal Alchemist volverá nuevamente a ver otra similitud con otra obra. Ya que la simpatía funciona casi igual a la alquimia nipona. 

 Ya decian los hermanos Elric: "El hombre no puede obtener nada sin dar algo a cambio. Para crear, algo de igual valor debe perderse. Esa es la primera ley de la Alquimia de Equivalencia de Intercambio. En ese entonces, creíamos que esa era la única verdad del Universo"


Conclusión:
Este es un libro que lo recomiendo a todo tipo de lector.  No solo a los amantes de los libros de fantasía y las aventuras. A pesar de no se corto el lenguaje sencillo que opto el señor Rothfuss lo hace muy rápido de leer  para los que les asusta un libro algo grueso. Su conclusión final esta muy bien lograda algo nada fácil de realizar. Dejándonos con ganas de leer  mucho mas de   Kvothe y sus aventuras.

 


Lo mejor:
  • La forma de narrar algo tan efímero y complejo como la musica.
  • Personajes  creíbles a pesar del origen fantástico de la historia contada. Casi todos ellos con personalidades con luces y sombras.
Lo peor:
  •  Los  Chandrian no me convencieron demasiado. 
10-12

    




viernes, 10 de agosto de 2012

De Harry Potter a libros adultos de humor negro ¿Dará la talla J.K. Rowling?

La escritora de Harry Potter realizara su primera novela dirigida a un público adulto. Esta saldrá a la venta el próximo 27 de septiembre de mano del sello editorial inglés Little, Brown and Company, cuando anteriormente iba a ser Bloomsbury, editora especializada en libros juveniles, propulsora incial de los libros de 'Harry Potter'. 





Saldrá simultáneamente tanto en Reino Unido como en Estados Unidos, pero para esquivar el tema de la piratería, no será hasta algún tiempo después, por el momento indeterminado, que los lectores que leen en español leerán la novela 

La escritora el pasado viernes hizo una breve aparición en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, firmará copias de su trabajo en el evento organizado en el centro cultural Southbank de la capital británica, 
Sin duda, The Casual Vacancy, que así se titula la primera novela de J. K. Rowling tras haber transcurrido cinco años tras la publicación deHarry Potter y las Reliquias de la Muerte, promete convertirse en uno de los libros estrella de la inminente campaña de Navidad. Un thriller con grandes dosis de humor negro es lo que nos traerá The Casual Vacancy.
Se desconocen por el momento las fechas de lanzamiento para las ediciones en lengua castellana, pero sí para las ediciones en Francia y Alemania. Estas serán el 27 y 28 de septiembre, respectivamente. Al parecer, debido a la filtración cuatro días antes de su lanzamiento, de la esperadísima séptima entrega del niño mago titulada Harry Potter and the Deathly Hallows, el escepticismo respecto a la publicación simultánea en varios idiomas por parte de la agencia literaria de J. K. Rowling (fundada por su abogado Neil Blair) ha supuesto un bache para diversas editoriales, entre ellas la española Salamandra, que no tendrá lista la traducción de la novela posiblemente hasta 2013.
La portada, de diseño austero y abstracto en el que predomina el rojo, solo muestra una equis gigante en negro sobre lo que parece ser una casilla de papeleta electoral, así como el nombre de la autora y el título de la novela en color blanco.
La imagen da pocas pistas a los seguidores de la escritora británica sobre el contenido de su última creación, la primera dirigida a un público adulto, que empieza con la muerte inesperada, a los 40 años, del personaje Barry Fairweather, quien deja una vacante en el ayuntamiento del pequeño pueblo de Pagford.
El libro tendrá 512 páginas y costará 35 dólares en su versión americana

viernes, 3 de agosto de 2012

Se crea una nueva colección de Literatura Fantástica clasica

La editorial RBA acaba de crear una nueva colección de Literatura Fantástica con lo mejor de la ciencia ficción y de la fantasía, que saldrá a la calle en septiembre, aunque ya se puede acceder a los primeros títulos en internet.




Clásicos del género, como H.G. Wells, J.G. Ballard o Ursula K. Le Guin, con autores actuales, como Guy Gavriel Kay, Jo Walton y Jim Butcher son las primeras propuestas de esta nueva colección, que quiere mezclar experiencia y modernidad y que apunta hacia el futuro, para convertirse en la colección de referencia en habla hispana, destinada a un público amplio, explica la editorial RBA.

Aventuras, reflexiones profundas sobre el devenir de la humanidad, las historias más enternecedoras o las pasiones más desgarradas se pueden encontrar en esta nueva colección Literatura Fantástica.

Una nueva colección que ya se puede ver e incluso acceder a algún capítulo en la web: www.literatura-fantástica.es, con los títulos de Ursula K. Le Guin, "Mundos de exilio e ilusión", de J.G. Ballard "Crash", de Gyu Gavriel Kay "Los caballos celestiales"; "Entre extraños", de Jo Walton, "La isla de hormigón" y "Cuatro novelas", de JG Bllard, y "Las furias de Alera", de Jim Butcher.